Camarles sigue preso del dolor: "Quien más quien menos conocía a los chicos"
El municipio de Camarles, en Tarragona, sigue roto de dolor tras la muerte de tres menores
"En Camarles somos como una gran familia", explican los vecinos de la localidad
El "cúmulo de despropósitos" que originó el accidente de Camarles
El municipio de Camarles, en Tarragona, sigue roto de dolor tras la tragedia en la que perdieron la vida tres menores este domingo. Los tres eran vecinos de Camarles y tuvieron el accidente en El Perelló cuando se desplazaban a El Pinell de Brai para ver un partido de fútbol.
Los tres menores eran jugadores de la categoría infantil y juvenil del CF Camarles, y la localidad está devastada por la tragedia: "Estamos consternados porque en Camarles somos como una gran familia, quien más quien menos tiene algún tipo de parentesco o amistad con las víctimas", explica Cristina, vecina de la localidad.
"Esta pena no tiene nombre": el dolor de los vecinos de Camarles
La localidad, que este lunes guardó un minuto de silencio por los tres menores muertos, todavía está en shock por lo ocurrido. "Esta pena no tiene nombre. Aún no me he atrevido a llamar a su madre, porque no me puedo ni imaginar cómo estará", admite Cristina, según recoge el diario ARA.
Los vecinos de la localidad no pueden evitar pensar que cualquiera de ellos podría haber ido en ese coche: "Mi nieto iba a clase con uno de los niños y no paro de pensar que le habría podido tocar a él", lamenta.
Las posibles causas del accidente
Los Mossos d'Esquadra recibieron el aviso del accidente a las 15.58 horas del domingo en el cual el coche cayó por un barranco de la vía en la TV-3022.
Fuentes policiales señalan que el accidente se produjo cuando el Peugeot 206 se despeñó por el barranco de unos 20 metros estrellándose contra el fondo e incendiándose inmediatamente. Los fallecidos murieron casi en el acto, mientras que el cuarto accidentado pudo salir del vehículo aunque gravemente herido.
Los investigadores creen que se trató de la suma de varios factores que describen como "un cúmulo de despropósitos que acabaron de la peor forma posible". Por un lado, el exceso de velocidad del vehículo junto a una posible distracción del conductor que llevó a una pérdida del control del coche y el posterior volantazo. Un tercer elemento, la falta de un guardarraíl en ese tramo de la carretera, también pudo haber intervenido en la tragedia.
El conductor, de 19 años, el único que ha sobrevivido de la brutal tragedia, se encuentra muy grave en el Hospital del Vall d’Hebrón, de Barcelona, aunque ha experimentado una leve mejoría en las últimas horas.