El dolor de la mujer y la madre de Diogo Jota al llegar al velatorio privado en Portugal
Rute Cardoso e Isabel Silva, la mujer y la madre de Diogo Jota, han acudido al velatorio del futbolista y su hermano entre lágrimas
La superficie quemada del accidente mortal de Diogo Jota elimina muchos de los indicios que podían indicar el motivo del siniestro
Los cuerpos de Diogo Jota y su hermano André Silva ya están en Portugal, donde este sábado van a ser enterrados. Mientras tanto, sigue la investigación sobre el accidente que les provocó la muerte. El futbolista del Liverpool se trasladaba en coche a Santander para tomar un barco a Inglaterra después de que el médico le recomendara que no volara, que no viajara en avión tras someterse recientemente a una cirugía pulmonar.
Rute Cardoso, la viuda de Diogo Jota, abandonó devastada y flanqueada por dos acompañantes la morgue en Puebla de Sanabria, en Zamora, donde el juzgado se ha hecho cargo del caso.
Entre lágrimas salía a continuación la madre de los dos hermanos fallecidos, Isabel Silva, y junto a ella, y también muy afectado, el agente del delantero del Liverpool, Jorge Mendes: "Era un ejemplo de persona, de esposo, de hijo y profesional", indicó este pasado jueves.
Velatorio privado en Portugal
La familia, que hace apenas 11 días había celebrado la boda del futbolista del club inglés, viajaba en los coches fúnebres hasta la localidad portuguesa de Gondomar. Allí los recibían anoche entre aplausos. Este viernes, hemos vuelto a ver a la esposa del futbolista llegar al velatorio, seguida de varios familiares con coronas de flores.
En su recuerdo se celebró este pasado jueves un homenaje poco antes del encuentro entre las selecciones femeninas de España y Portugal. El deportista, de 28 años y padre de tres hijos, viajaba a Santander para coger un ferry al Reino Unido.
Los médicos le habían desaconsejado tomar un avión. Hacía poco que se había sometido a una intervención pulmonar menor. Diogo Jota regresaba a Liverpool para reanudar los entrenamientos de la pretemporada en Anfield, donde la alfombra de flores y de recuerdos de los aficionados no deja de crecer. El accidente truncó todos los planes de los hermanos.