Declarado culpable el hombre que mató a su madre en León el día de Nochebuena: la atacó "de forma sorpresiva y brutal"

Los forenses concluyeron que Alan Rubén Torío no presenta ninguna patología mental que afectara su capacidad de actuar
El hijo acusado de matar a su madre en León en Nochebuena usó una ensaladera como arma y era consciente de todo
LeónEl jurado popular ha declarado culpable por unanimidad a Alan Rubén T.S de matar a su madre en la Nochebuena de 2022, en León. El hombre, que entonces tenía 22 años, alegó haber sufrido un brote psicótico y estar bajo el efecto de alcohol y drogas cuando agredió con un objeto a María Salomé, de 58, aunque los forenses han echado por tierra su defensa.
El fiscal pide 23 años de prisión, además de 20.000 euros en concepto de responsabilidad civil a la hermana de la víctima, mientras que la acusación particular pide 27 años de cárcel para el joven que agredió a su madre con una ensaladera "de forma traicionera, sorpresiva y brutal", según la acusación pública . El joven, además, le asestó 30 puñaladas sin que pudiera defenderse.
El veredicto del jurado popular se produjo este lunes a última hora por el 'crimen de Nochebuena', cuyo juicio se celebró en la Audiencia Provincial de León la pasada semana por la muerte de María Salomé el día 24 de diciembre de 2022 presuntamente a manos de su hijo, Alan Rubén.
El Ministerio Fiscal acusa al acusado de mentir en su declaración en la que aseguró no recordar lo que pasó el día 22 de diciembre de 2022, pero "lo recuerda perfectamente". "Nos ha mentido", insistió en varias ocasiones durante el juicio contra el Alan Rubén.
La huella de una pisada en un charco de sangre en la escena del crimen
El jurado popular ha considerado "esencial" para su veredicto la huella de pisada en sangre hallada en el escenario del crimen, con una forma y tamaño de disposición de los dibujos que "coinciden plenamente" con unas zapatillas del acusado, que fueron encontradas en el domicilio de este en las que además se encontró sangre de su madre, una prueba, en su opinión, "demoledora".
Además, del ADN de la víctima que se encontró en la sangre hallada en las zapatillas del acusado y también había huellas del acusado en la vivienda de la víctima y la escalera del inmueble.
El testimonio de la vecina también le resultó crucial: la mujer corroboró que la noche del 22 de diciembre de 2022, escuchó una fuerte discusión entre madre e hijo. En la misma línea se pronunció durante el juicio la acusación particular, quien hizo hincapié en el ensañamiento del crimen y el sufrimiento de la víctima, que padeció 31 puñaladas "a sangre fría" y fue la última en el cuello la que resultó 'mortal de necesidad'.
La defensa ha negado los hechos imputados al acusado y que "no recuerda haber hecho" los hechos que se le imputan. Además, alegó los posibles trastornos mentales de su defendido, además del consumo de estupefacientes y de un ataque a causa de un brote psicótico.
En cuanto a las heridas que presentaba el acusado en las manos al ser detenido dos días después de los hechos, defendió que eran autolesivas.
El relato del acusado: "No he mentido y a mi madre yo la quería, nunca quise hacerle daño
El hijo, acusado de matricidio, declaró padecer trastorno personalidad disocial, antisocial y límite con una discapacidad reconocida del 49 %; además de problemas de conducta y antecedentes familiares de enfermedad mental como esquizofrenia. En este contexto indicó que desde la adolescencia padece de insomnio, alucinaciones y brotes psicóticos tras los que sufre amnesia, por lo que ha sido ingresado en psiquiatría en varias ocasiones.
El día de los hechos, Alan Rubén relató que cuando estuvo en casa de su madre el 24 de diciembre de 2022, esta "no era ella", cosa que le ocurre cuando tiene un brote y piensa que algunas personas son "clones" de sí mismas. También recordó haber discutido con ella madre porque quería internarlo en un psiquiátrico.
"Discutí con ella, cogí un mechero de la mesa y me fui", expresó y añadió que no recordaba nada más de ese momento hasta levantarse al día siguiente agotado. En la última jornada del juicio el acusado se acogió a su derecho de última palabra y expresó: "No he mentido y a mi madre yo la quería, nunca quise hacerle daño, nunca le he hecho daño".