La historia de Roque, un joven con parálisis cerebral que ha superado 50 operaciones: "La vida me ha enseñado a guantazo limpio"

Roque nació muerto a las veintinueve semanas de gestación. Su primera operación fue con sólo cuatro días de vida y desde entonces ha pasado por el quirófano cincuenta veces, "la mayoría en la cabeza", cuenta. Ahora, Roque ha contado su historia a 'Informativos Telecinco' y cuenta todos los detalles a Lydia Cruz.

A sus 18 años sufre una parálisis cerebral y solo tiene un 20% de cerebro, aún así es superdotado y tiene un cociente intelectual de 131. Estudia paleontología y oratoria, y eso que le dijeron a sus padres que no hablaría. Además, le apasiona la historia y sabe inglés, un idioma que le permitió conocer a Brian Johnson, el cantante de ACDC, su grupo favoríto. "Fue hace un año cuando fuimos a Sevilla a un concierto. Al día siguiente fuimos a comer a un restaurante que estaba en el hotel donde se hospedaban, le saludé se acercó y estuvimos hablando y cantando", recuerda este apasionado del rock, que espera volver a reencontrarse con Johnson en los dos conciertos que la banda dará este año en Madrid.

A pesar de los obstáculos que le ha puesto la vida, siempre los ha afrontado con una sonrisa. "La vida te enseña a guantazos y hay que aguantarlo con actitud positiva. La vida es una suerte infinita y hay que disfrutarla. Estar vivo, estar sano y estar bien es lo más importante", asegura.

Un mensaje que Roque transmite a otros jóvenes a través de su cuenta de Instagram @soyroquestar. "Intento ayudar a personas que se sienten mal y espero que cuando me vean piensen que si este tío lo consigue porque yo no".

Asegura que de su vida solo tiene recuerdos positivos y agradece el camino que ha recorrido junto a sus padres y sus hermanos. "Roque es excepcional, hasta para lo malo le saca el punto bueno. Él es el pegamento de la familia", asegura María, su madre, que reconoce que "al principio fue difícil, hasta que entiendes que todo pasa por algo por un porqué".

El hospital "su segunda casa"

Roque ha pasado muchos meses de su vida ingresado en el Hospital Clínico de Valencia. "Cuando llego todo el mundo me saluda. Es un hospital muy familiar, los quiero un montón a todos. Es mi segunda casa", asegura.

Cada vez que tiene que enfrentarse a una operación lo hace sin miedo. "Confío en los médicos. Son personas increíbles y me quedo corto", afirma. Antes de entrar a quirófano se pone música de ACDC y a veces, se viste con un disfraz para asustar al médico cuando lo reaniman. "Lo más importante es cómo se enfrenta a la vida. Roque no es un milagro, es un desafío personal y profesional. Es un éxito de todos", afirma Diego Tabares, su neurocirujano.

Con un chiste siempre en la boca para hacer reir a los que le rodean, Roque ha logrado una calidad de vida impensable para una persona con sus limitaciones y sigue luchando para mejorar día a día. "Mi sueño es andar solo", asegura.