El motivo por el que a Fani Carbajo le ha invadido el miedo en la playa de 'Supervivientes All Stars 2025': "No voy a poder"

La concursante no ha dudado en abrirse con sus compañeros y confesarles cuál era su temor
La decisión de Iván González que ha cambiado el rumbo de uno de los concursantes de 'Supervivientes All Stars 2025': "Voy a guiarme por estrategia"
Las tormentas están marcando la segunda edición de 'Supervivientes All Stars'. Los concursantes viven continuamente las consecuencias de los temporales y, en vistas a la lluvia que pueda caer próximamente, en Playa Caos han decidido rehacer su cabaña con el objetivo de resguardarse mejor.
Todos ellos habían estudiado el viento para determinar cuál era la mejor posición para poner la lona. Y es que sus misiones eran principalmente dos: proteger el fuego y poder dormir sin el riesgo de calarse bajo las tormentas. Para ello han hecho algo muy similar a lo que tenían anteriormente, pero con algo más de altura para mejorar su comodidad.
Tras una jornada de trabajo, por fin terminaban su nueva cabaña, que no tardaban en probar. Además, hablaban de cómo iban a colocarse para dormir y llegaban una conclusión: para que todos pasaran por todas las posiciones, iban a rotar. Alcanzada la noche, Fani Carbajo se mostraba un tanto preocupada por el sitio que le había tocado: "Creo que me voy a meter dentro. Yo aquí no puedo dormir", decía acerca de dormir en el último lugar. "¿Por qué? Si estás conmigo", le intentaba tranquilizar Adara Molinero sin éxito.
Fani Carbajo: "Necesito a alguien a mi lado"
"Necesito a alguien a mi lado", explicaba Fani. "¿Pero qué dices, tía? Si dormí yo ayer sin nadie al lado izquierdo. Haz un esfuerzo", le insistía la hija de Elena Rodríguez. Pero sus explicaciones no le valían a la exparticipante de 'La isla de las tentaciones', que no dudaba en compartir su pánico: "Pero porque tú eres una chica muy valiente y poderosa, yo no".
"No me gusta dormir sola. No voy a poder", continuaba Fani tras los ánimos de Miri Pérez-Cabrero. Pero, finalmente, se recostaba en la esquina izquierda de la cabaña. Eso sí, cogía una luz para tenerla bien cerquita y vigilar todo lo que se le acercaba: "¡Un bicho!", gritaba. Y, acto seguido, no dudaba en hacer una muralla con zapatillas para protegerse.

