Las entidades de Badalona descartan usar la parroquia por la presión vecinal y reubican a los migrantes en otros edificios

Dispositivo por el desalojo del antiguo Instituto B9 de Badalona
Dispositivo por el desalojo del antiguo Instituto B9 de Badalona. Europa Press
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Càritas y Cruz Roja han decidido no utilizar la parroquia Mare de Déu de Montserrat, en Badalona, como lugar de acogida para una quincena de migrantes que fueron desalojados del antiguo instituto B9 y que se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad.

El emplazamiento ya no reúne las condiciones necesarias de seguridad, por razones que consideran obvias, y por ello han optado por trasladar a estas personas a otros recursos alternativos. La ubicación de estos nuevos espacios no se ha hecho pública con el objetivo de evitar movilizaciones vecinales, como las registradas en los últimos días.

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El Arzobispado de Barcelona ha confirmado la decisión en un comunicado oficial. "Ante la presión ejercida de algunos vecinos y vecinas, la vulneración del derecho de acogida a un espacio propio, y con la voluntad de no añadir más sufrimiento a los miembros de la comunidad parroquial, se ha decidido suspender el dispositivo de emergencia temporal de B9 de Badalona en la parroquia", precisa el texto difundido este martes.

Personas desalojadas del antiguo Instituto B9 de Badalona
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La decisión llega después de las protestas a la entrada de la parroquia el pasado domingo

La decisión llega después de los hechos ocurridos la noche del domingo, cuando cerca de 150 vecinos bloquearon la entrada a la parroquia e impidieron el acceso a los trabajadores de Cruz Roja, que llevaban consigo material básico como colchones, mantas, alimentos y artículos de higiene. Tras ese episodio, las organizaciones mantuvieron conversaciones con el alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, con la intención de que al menos algunas de las personas afectadas pudieran alojarse en el interior del templo durante el mes que inicialmente se había previsto para este dispositivo de emergencia.

Sin embargo, finalmente las entidades han renunciado a esta opción y han procedido a redistribuir a varios de los migrantes desalojados en otros espacios. No solo a los 15 que iban a dormir en la parroquia, sino a un total de 52 personas, que han sido reubicadas en distintos equipamientos, tanto públicos como pertenecientes a las propias organizaciones sociales.

La mayoría de los vecinos mantuvo su rechazo a que estas personas se alojaran en el recinto parroquial

En un contexto de fuerte confrontación entre vecinos contrarios a la llegada de migrantes y aquellos que defienden ofrecerles una alternativa habitacional, Garcia Albiol convocó el lunes por la tarde un encuentro en el aparcamiento del campo de fútbol del barrio de Montigalà para intentar mediar con los opositores. De acuerdo con fuentes municipales y de Càritas, el alcalde explicó, utilizando un megáfono, que las 15 personas que iban a ser alojadas en la parroquia no tenían antecedentes penales, que algunas contaban con empleo y que su estancia se limitaría únicamente a pasar la noche, entre las 20:00 horas de la tarde y las 08:00 horas de la mañana.

A pesar de estas explicaciones, la mayoría de los vecinos mantuvo su rechazo a que estas personas se alojaran en el recinto parroquial. La portavoz de Càritas, Mercè Darnell, que estuvo presente en la reunión, señala que muchos asistentes manifestaron que no daban credibilidad al mensaje del alcalde, ya que hasta ese momento él mismo había sostenido públicamente que la mayoría de los desalojados del B9 eran delincuentes.

Ocupación este martes de otro edificio municipal, desalojada en pocas horas por las autoridades

De forma paralela al dispositivo de realojo impulsado por las entidades sociales, un grupo de personas afectadas por el desalojo del B9 ocupó este martes otro edificio municipal, también un instituto fuera de uso, el Ventura Gasol. No obstante, la ocupación duró poco tiempo. Apenas dos horas después de que accedieran al interior, la Guardia Urbana de Badalona y los Mossos d’Esquadra procedieron a desalojarlos. En total, media docena de personas había entrado en el inmueble, pero algunos vecinos alertaron rápidamente a la policía local. El centro educativo llevaba años cerrado.

En el exterior del edificio se concentraron organizaciones que apoyan a colectivos vulnerables y reclaman una solución para los migrantes procedentes del B9, junto con vecinos de Badalona contrarios a la ocupación. Se produjeron algunos abucheos y los cuerpos policiales separaron a ambos grupos, sin que se registraran incidentes de mayor gravedad.