La Húngara recuerda a su padre fallecido: “Su relación con mi madre me dejó el listón del amor muy alto”
Sonia recuerda durante un desayuno familiar el dolor que sintió con la pérdida de su padre y su hermana
Ya puedes ver el documental completo 'La Húngara. Toma que toma' AQUÍ
En el capítulo 3 del documental ‘La Húngara. Toma que toma’, Sonia Priego nos muestra uno de los lados más íntimos de su vida, la relación con su madre y habla por primera vez de la muerte de su padre, de su hermana y del amor que ha marcado toda su vida.
Acompañamos a La Húngara a un desayuno muy especial en el bar de su barrio, el bar en el que su padre desayunaba todos los días y al que tantas veces rechazó visitar. Junto a su madre, Sonia decide retomar una de las costumbres que más le gustaban a su padre y con lágrimas en los ojos, recuerda las veces que no quiso ir a desayunar con su padre porque estaba a dieta.
Madre e hija, con voz entrecortada, hablan de lo mucho que le echan de menos y de las veces que la gente ha parado a Sonia por la calle, no para hablarle de su música sino para recordarle lo bueno que era su padre.
Sonia y su madre han coincidido con su tía y una amiga de la familia. Dos mujeres que han vivido junto a ella toda la vida y que también se han unido a los recuerdos. Sonia le ha dado la razón a su tía en la envidia sana que sentía de ver el amor que su padre le procesaba a su madre La Húngara recuerda a su padre fallecido: “Su relación con mi madre me dejó el listón del amor muy alto”.
De hecho, nos ha confesado que no le fue fácil elegir pareja “Decidí tener pareja, al final, ninguno era mi padre… Ninguno me trataba cómo había tratado mi padre a mi madre”. La Húngara tiene siempre presentes a los que ya no están y siente que su padre y su hermana están muy cerquita suyo “Todo, todo lo que hago, es pensando en él… Lo de mi hermana, como se volvió tan frágil… Ella desde dónde está me manda su fuerza, la tengo en mi mesita de noche y cuando me levanto y digo… Sí, puedo”.
Antes de contarnos lo que realmente le pasó a su hermana, Sonia nos adelantaba cómo cambió su personalidad tras la muerte de su padre “Mi hermana era una leona, pero se volvió tan débil, muy frágil, indecisa… La valentía que tenía, la perdió”.
Su tía le animaba a regresar a la casa en la que creció y a la que ella misma nos asegura que no ha regresado desde hace seis años “He vivido allí tan buenos momentos con mis padres, mis hermanos, mis vecinos… Tengo tan buenos recuerdos que desde el día que se fue mi padre, salí del piso y no he vuelto nunca más”.
La Húngara se arma de valor y regresa a su barrio de toda la vida
La Húngara y su hermano Javi recuerdan su complicada infancia: “Era el único que trabajaba en casa”
Desde un lugar privilegiado a orillas del Guadalquivir en Sevilla, Sonia y su hermano Javi recuerdan su infancia, lo mucho que trabajaba su madre y cómo Javi se iba por la noche a ayudarla a escondidas. Además, Sonia reflexiona sobre lo que le hizo ser quién es y cómo luchó para que su hija Laura lo tuviera todo “quería que fuera una princesita”.