Bárbara Hernández, la deportista conocida como la 'sirena de hielo' que ostenta el récord de nado más largo en la Antártida
Bárbara Hernández es una nadadora chilena que ha conseguido el récord del nado más largo en la Antártida
Por eso, esta nadadora chilena se ha ganado con creces el sobrenombre de 'la sirena de hielo'
La nadadora chilena Bárbara Hernández, conocida como 'la sirena de hielo', ostenta el récord del nado más largo en la Antártida. Pocos nos atreveríamos a meter ni la mano en esas gélidas aguas, pero ella se ha especializado en nadar en aguas heladas, como informa Alejandro Oviedo.
Con temperaturas gélidas y en aguas rodeadas de hielo hay pocas personas que se atrevan a bañarse. Sin embargo, la chilena Bárbara Hernández es una de ellas y no le tiene miedo al frío. Por eso, se ha ganado con creces el sobrenombre de 'la sirena de hielo'.
Los logros de la 'sirena de hielo'
A sus 39 años carga a sus espaldas numerosas medallas y copas en campeonatos mundiales de natación en aguas gélidas. También ostenta la friolera de dos Récords Guinness. El primero lo consiguió en 2022 en Cabo de Hornos, en el temido Paso Drake, el tramo que separa América del sur de la Antártida.
En esas aguas que a veces son un violento monstruo consiguió superar el récord de velocidad, nadando durante 15 minutos y tres segundos logró avanzar una milla sin neopreno y sin ayuda.
La atleta no paró ahí y siguió nadando hasta completar otros cinco kilómetros y medio, la mayor distancia jamás nadada en ese lugar.
Al año siguiente fue aún más al sur, a las Islas Shetland, en aguas antárticas rompió otro Récord Guinness al nadar, también sin protección, dos kilómetros y medio.
Consiguió su objetivo, pero no sin complicaciones ya que cuando la sacaron del agua, Bárbara Hernández estaba al riesgo de la hipotermia.
Entre récord y récord la nadadora tenía otro objetivo en mente al que se iba acercando brazada a brazada: completar el desafío de los siete mares, el equivalente acuático a las siete cumbres que consiste en nadar un canal de cada continente.
Un sueño que ha conseguido cumplir finalmente el año pasado cuando cruzó los 47 kilómetros del Estrecho de Tsugaru, en Japón, convirtiéndose en la primera sudamericana en superar este titánico reto.