Así se hacen las voladuras con explosivos para evitar aludes como el de Panticosa

Así se hacen las voladuras para evitar aludes como el de Panticosa
En zonas esquiables, el riesgo de aludes se evita a través de voladuras controladas. Telecinco
Compartir

Hoy conocemos más datos de lo que ocurrió en el alud de pico Tablato, en el Pirineo aragonés, con 2.700 metros de altitud. Ese día el riesgo de alud era notable en la parte alta y limitado en cotas más bajas. El hielo y la nieve se rompieron en las alturas y se desprendió durante 600 metros.

La avalancha alcanzó una anchura de 300 y una altura de 15 metros que sepultaron lo que encuentra a su paso. Los montañeros estaban aproximadamente a unos 2.200 metros de altitud, en la zona de peligro. Tres murieron y una mujer resultó herida.

PUEDE INTERESARTE

El esquí de montaña es un deporte de alto riesgo y antes de salir a practicarlo hay que revisar la previsión de aludes. Como señala Antonio José García, Greim de la Guardia Civil de Granada "hay del uno al cinco. El uno es el mas leve y el cinco el mas fuerte".

"Si tenemos un riesgo dos se pueden realizar actividades, pero en muchos puntos puede haber riesgo 3, puede haber placas de viento, de nieve", afirma Juan Carlos Vizcaíno, guía de alta montaña y director técnico de Vivaks Guíes.

PUEDE INTERESARTE

"El peligro es mayor después de haberse producido una intensa nevada", señala Antonio José García. "Al empezar a nevar la cohesión entre esa capa y la nueva que ha venido ya no es tan perfecta. Entonces hay que esperar unos días antes de salir a la montaña".

"La temperatura, la cantidad de nieve, el viento, la acumulación. Todos estos aspectos influyen en el riesgo de aludes", añade Juan Carlos Vizcaíno.

Estas laderas donde se ha acumulado la nieve por el viento o los lugares donde se han formado placas de hielo son puntos críticos,

"Todo montañero sabe donde se provocan las avalanchas. Esos puntos negros es importante saberlos y conocerlos", destaca el miembro de Greim.

Voladuras controladas con explosivos de noche

En esos puntos, sobre todo, los montañeros deben pasar separados. "Tenemos mochilas con sistema airbag que nos permite quedarnos en la superficie de la avalancha". Los 15 primeros minutos, tras un alud, son vitales para ser rescatado con vida.

Viendo esos peligros se entiende por qué es tan importante que, quienes esquían fuera de pistas, conozcan la montaña. En zonas esquiables, el riesgo de aludes se evita a través de voladuras controladas, por ejemplo en la estación de Sierra Nevada, explica Asier García. "Mediante explosiones controladas provocan estas avalanchas para estabilizar el manto.

En Sierra Nevada hay un nivel de riesgo 4, catalogado fuerte, así que durante las noches mientras las pistas están cerradas las máquinas trabajan. Estas avalanchas se producen a veces por una nevada copiosa y una subida de temperaturas por eso se alerta con carteles y acotan las zonas de peligro.