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El chef Ángel León estuvo a punto de dejar la cocina: "Trabajaba 16 horas al día mientras mis amigos estudiaban, no era feliz"

El chef Ángel León en Cangrejos Albinos, en vídeo. Mediaset Infinity
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Desde el mágico entorno de los Jameos del Agua, el chef Ángel León se ha convertido en el protagonista del segundo episodio de 'Cangrejos Albinos', el programa impulsado por los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) de Lanzarote en colaboración con Mediaset Infinity, tal y como se observa en el vídeo.

Con la periodista y presentadora de Informativos Telecinco Ángeles Blanco como anfitriona, el espacio ahonda en la trayectoria, los retos personales y los sueños de figuras destacadas de la cultura y la ciencia, como ya ocurrió con Gemma Mengual. Esta vez, le ha llegado el turno a uno de los cocineros más revolucionarios de la gastronomía actual: el dueño de Aponiente, restaurante tres estrellas Michelin de El Puerto de Santa María.

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En un ambiente íntimo y casi hipnótico, Ángel León se ha despojado del personaje público para mostrar al hombre que hay detrás del apodo de 'el chef del mar'. A lo largo de la conversación, no solo ha hablado de sus investigaciones pioneras sobre productos marinos como las algas, el plancton o la zophobas marina -un nuevo 'cereal' del mar que ya ha dado la vuelta al mundo-, sino también de sus momentos más vulnerables, esos que rara vez se conocen cuando se habla del éxito.

Él es uno de los nombres más influyentes de la gastronomía mundial. Su trabajo de investigación con especies marinas ha abierto nuevas fronteras en la alimentación sostenible, y su apuesta por visibilizar ingredientes olvidados del océano lo han convertido en una figura de referencia para futuras generaciones de chefs. Sin embargo, como ha dejado claro en 'Cangrejos Albinos', el camino hasta llegar ahí no ha sido recto ni fácil.

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Uno de los momentos más emotivos de la entrevista llega cuando León recuerda una de las etapas más oscuras de su vida como cocinero, justo después de volver de París, donde había estado formándose en cocina clásica durante seis años. "Cuando mis amigos estudiaban en la universidad, yo trabajaba 16 horas al día, tenía medio día libre a la semana, no sabia francés y por aquel entonces había mucho racismo con los españoles. Lo pase muy mal", confiesa.

Y es que, lejos de la imagen que suele asociarse al mundo de la alta gastronomía, el chef ha querido hablar de la otra cara que no se ve, de la frustración, de las dudas y de ese vacío que llegó a sentir a pesar de haber apostado su vida a los fogones. "Pese a todo, aprendí qué era la disciplina, y me pusieron recto como una vela", rememora.

Cuando volvió a España, quiso dejarlo todo. "Le dije a mi padre que me había equivocado y que no quería ser cocinero, que no era feliz, y me dijo que me tomara un año sabático y que no tirara toda mi vida, así que empecé a embarcarme en barcos arrastreros, pescando unos 600 kilos de merluza al día y haciendo guisos a los marineros".

Fue ese cambio de rumbo, el mirar hacia sus raíces y apostar por lo que realmente le movía, lo que le salvó: "El mar me ha salvado", asevera a Ángeles Blanco. Esa vuelta a los orígenes se convirtió no solo en su salvación, sino en el comienzo de un proceso creativo que hoy representa Aponiente, restaurante que ha cambiado para siempre la manera de entender la cocina marina.

Sus comienzos

Pero las dificultades de León no comenzaron en París. El chef reveló que ya desde sus inicios tuvo que enfrentarse a una serie de problemas. Tal y como señala, nunca fue "una persona ambiciosa que creyera que iba a conseguir algo en concreto en la vida". De hecho, cuenta que en la escuela "siempre cateaba" y que los profesores le decían "que mejor fuera camarero". "Es curioso como al final no estaba escrito, y el otro día le decía a un amigo que el ego ya lo tenía reventado porque todo lo que había soñado ya había ocurrido y estaba ocurriendo", prosigue. Y todo ello sin tener que renunciar a "irme de donde quería vivir".

Es por ello que el chef ha querido, con su entrevista, animar a otras personas a perseguir sus sueños. "Se puede soñar desde lugares difíciles y se pueden conseguir cosas que jamás pensaste. Al final, es importante quitarte esos complejos, porque yo nunca pensé que la cocina andaluza tuviera su propio 'punch' y fuera un referente, y mira ahora. Quiero contarle a la gente joven que desde los sitios más surreales del mundo se pueden conseguir cosas, e indiscutiblemente eso es bonito", sentencia.

Próximos encuentros

Tras Ángel León, el sábado 6 de septiembre llegará el turno del periodista Iñaki Gabilondo, que ofrecerá 'La palabra que queda', un encuentro sobre lenguaje, memoria, compromiso y verdad, basado en su experiencia como una de las voces más influyentes del periodismo español.

El ciclo culminará el sábado 25 de octubre con Elsa Punset, filósofa, divulgadora y experta en inteligencia emocional, que abordará en Educar las emociones la necesidad de construir espacios más empáticos desde la educación y el bienestar.