El otro debate paralelo a las causas del apagón: las puertas giratorias y la formación de los altos cargos de grandes entidades
Junto al debate sobre las circunstancias que provocaron el corte de luz masivo, se debate si las personas al mando estaban formadas para el puesto
El apagón vuelve a poner el foco en el llamado "enchufismo" y la llegada de los expolíticos a importantes empresas públicas o de participación estatal
Sigue sin descartarse ninguna hipótesis sobre el apagón eléctrico: los expertos señalan que hubo errores claves
Una semana después del apagón del pasado 28 de abril, España sigue sin saber oficialmente qué fue lo que lo provocó. Además, junto a ese debate sobre las causas exactas, se suma otro en paralelo: el que cuestiona si las personas al mando de grandes entidades están realmente formadas para el puesto que ocupan, como informa en el vídeo Gabriel Cruz.
La carrera política no acaba con el cargo. Para muchos, aún queda mucha empresa pública para seguir. La última polémica apunta a Beatriz Corredor, exministra de Vivienda en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y luego presidenta de Red Eléctrica.
Tras lo sucedido, en el Ejecutivo de Pedro Sánchez le han mostrado su apoyo: “El trabajo de Red Eléctrica, de todo su equipo, de su presidenta y los técnicos, ha sido extraordinario”, ha dicho Sara Aagesen, ministra para la Transición Ecológica. Y extraordinario es también su sueldo: más de medio millón de euros.
Beatriz Corredor, Red Eléctrica y las puertas giratorias
Beatriz Corredor es registradora de la propiedad, como Mariano Rajoy, quien tras la moción de censura que le echó, regresó a su registro.
Red Eléctrica es virtualmente privada, pero como el que tiene más acciones es el Estado, es como si fuera pública. Si antes los casos del llamado "enchufismo" llegaban desde el PP, ahora es desde el PSOE, pese a que, como informa en el vídeo Gabriel Cruz, prometieron no hacerlo cuando estaba en la oposición.
En el programa ‘Viajando con Chester’, de Cuatro, Pedro Sánchez apuntaba a su determinación de “cerrar las puertas giratorias”. Sin embargo, hay muchas que siguen abiertas, porque el Estado es muchísimo más que ministerios, consejerías o concejalías.
El "enchufismo" en el sector político, en el foco
Hay más de 19.000 entidades públicas, la gran mayoría pertenecientes a Ayuntamientos y comunidades autónomas. Para el Estado central, nos encontramos con autoridades administrativas independientes, fundaciones, entidades… También empresas con participación estatal, como Red Eléctrica o Enagas.
Precisamente, en Enagas, que en vez de electricidad, distribuye el gas. Aquí encontramos más o menos lo mismo: continúan exministras del PP como Ana Palacio, o del PSOE, como Pepe Blanco, cuya empresa de influencia política, –Acento Public Affairs, un lobby–, además acaba de firmar un contrato con Marruecos.
Así, tanto en el PP como en el PSOE “adquirieron por mediación de su cargo público una serie de contactos y una serie de influencias que esas empresas estratégicas se compran. ‘Me compro a un expolítico para convertirlo en un comercial’, y eso es corrupción”.
Así lo expresaba, concretamente, Pablo Iglesias, un 27 de septiembre de 2016 en el Congreso de los Diputados. Hoy, nueve años después de esas palabras, sabemos que también Podemos puso a su consejero Cristóbal Gallego en Enagás, aunque, al menos, él es ingeniero. Otros consejeros como José Montilla, expresidente catalán, llegó solo al Bachillerato.
Los casos son tantos que salpican a múltiples entidades: “Lo que nosotros hemos encontrado es que prácticamente todo es enchufismo”, denunciaban desde la Fundación ‘Hay Derecho’.
Entre los ejemplos también está Sainsel, empresa de alta tecnología naval, presidida por una enfermera que no consiguió el escaño en el Senado. Y también años atrás encontramos el caso de Koldo, chófer de Ábalos, al que colocaron en Renfe Mercancías.
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