El perfil de Alfonso Basterra y Rosario Porto como asesinos: "El suyo es un caso especial"

Alfonso Basterra y Rosario Porto fueron condenados a 18 años de cárcel en 2015 por el asesinato de su hija adoptiva, Asunta, cuyo cuerpo apareció en una cuneta la noche del 21 al 22 de septiembre de 2013 en una cuneta de Teo, cerca de Santiago. Los progenitores negaron en todo momento su implicación, pero las autoridades determinaron que ambos idearon el crimen de manera conjunta, por lo que fueron sentenciados por prueba indiciaria.

La criminóloga Carmen Corazzini, que trata la muerte de Asunta en su libro 'Personas, bestias', analiza el perfil de Alfonso Basterra y Rosario Porto en la web de Informativos Telecinco. "Es un caso especial porque no tenemos trastornos previos directamente relacionados con la criminalidad. Tampoco presentaban rasgos psicopáticos. Esto te da a entender que cualquier persona, en función de las circunstancias, podría llegar a cometer un crimen. Ellos mintieron mucho y, durante los interrogatorios, los investigadores se esforzaron para determinar en qué momentos mentían, cuándo decían la verdad y diferenciar entre verdad y credibilidad".

La periodista de Mediaset cree que los padres "intentaron tapar todo lo que le habían hecho a la niña, como envenenarla durante meses y meses". "Y, cómo no, mintieron. Pero es que los criminales mienten", precisa Corazzini sobre este caso que sigue despertando muchas incógnitas.

La incógnita del móvil del crimen: "La niña a lo mejor les estorbaba"

Una de las grandes incógnitas en el caso Asunta fue el móvil del crimen. "Yo creo que el móvil de este crimen seguirá siendo una incógnita para siempre. Podemos trazar líneas aproximadas. Se barajó el móvil económico, pero luego se vio que no tenía cabida. Entonces, el móvil emocional muchas veces es lo que mueve crímenes. En este caso, podríamos pensar es que la niña a lo mejor les estorbaba. Rosario ya había empezado una nueva vida y Alfonso no a lo mejor no había encontrado su hueco. Cuando ella tuvo además un ingreso hospitalario (por depresión) él vovió a acercarse a ella. Y quizá, de repente, les empezó a estorbar la niña, que es algo horrible de imaginar, pero puestos a dilucilarlo quizá fuera eso, un móvil emocioal", explica la experta.

El móvil emocional muchas veces es lo que mueve crímenes

Para Corazzini, está claro que, una vez se reencontraron Alfonso y Rosario "después de que ella intentara llevar otro tipo de vida con otro hombre", a lo mejor los cuidados de la niña y su atención, lo que implica una educación plena para un hijo, quizá no entraba en su ecuación mental".

"Desde el momento en el que se comete un crimen todo es posible. Es posible que Asunta fuera un capricho en un principio y por eso la adopción. Y de repente, pues igual que se cansan de un regalo, se cansaron de un ser humano. Ante dos personas capaces de matar a una niña pequeña te puedes imaginar cualquier cosa", agrega la criminóloga.

"Es escalofriante que Alfonso haya publicado un libro y se lo haya dedicado a su hija"

Los padres denunciaron la desaparición de Asunta el 21 de septiembre de 2013 a las 22:00 horas. Tras las investigaciones, Rosario fue investigada y detenida por homicidio el día 24 y Alfonso un día después, el 25. Algunos expertos han apuntado que esta situación pudo facilitarle el hecho de eliminar y manipular pruebas, ya que su ordenador no apareció hasta un segundo registro en su domicilio (en él encontraron pornografía asiática). Además, Alfonso siempre mantuvo que aquel día se quedó en casa. Solamente Rosario fue vista con Asunta en el coche de camino a la casa de Montouto, donde asfixió a la pequeña con un pañuelo.

Desde el momento en el que se comete un crimen todo es posible

Alfonso, según las autoridades, pudo haber quedado con Rosario tras atravesar un parking subterráneo en el que no hay cámaras y ocultarse en el vehículo antes de que ambos acabaran con la vida de Asunta. Sin embargo, este extremo no se pudo confirmar. Como subraya Corazzini, "la presencia de Alfonso en este crimen nunca se pudo determinar". "Hubo desfases horarios, con su supuesta coartada de quedarse en casa, pero estaba aquella testigo que aseguró haberle visto por la calle, el ticket de compra de la joven... Hay ciertas fases horarias que no coinciden del todo. Pero se entendió que la participación de Alfonso fue necesaria. De hecho, se demostró que él compraba los medicamentos para suministrárselos a la niña (lorazepam, llamado orfidal, sin receta). En esa pareja había un estado de codependencia en el que posiblemente se retroalimentaban y por eso acabaron ideando juntos el asesinato", detalla la experta.

Tanto Rosario como Alfonso fueron condenados a través de una prueba indiciaria y una serie de evidencias por la Audiencia Provincial de A Coruña en 2015. Poco después, en noviembre de 2020, el Supremo confirmó la sentencia para ambos de 18 años de cárcel (que se sumaban a los dos que llevaban en prisión preventiva). Tras conocer esta decisión, la madre adoptiva apareció ahorcada. Y Alfonso, mientras, adoptó un perfil bajo y se refugió en la literatura. Una afición que ha acabado con la publicación de su libro 'Cito', el cual ha dedicado a Asunta y ha generado una gran polémica: "Es escalofriante que Alfonso haya publicado un libro y se lo haya dedicado a su hija, sin duda. Ahora muchos asesinos buscan en la cárcel formas de evadirse y se dedican a la escritura. Alfonso Basterra era periodista. Yo no sé quién compraría ese libro. No sé cuál era su objetivo a la hora de publicarlo. El derecho de expresión es una condición para todo ser humano, pero es difícil de tragar".

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